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Gif de mi serie favorita, by Ryan David |
¡Feliz Año Nuevo!
¡Bienvenido, 2014!
Sé que para que estas frases tengan sentido, aún faltan unos cuantos días. Pero como es probable que
no pueda actualizar el blog durante esta última semana, aprovecho este ratito para
daos mis mejores deseos para el nuevo año. ¡Espero, de todo corazón, que vuestros sueños se cumplan!

Durante
este 2013 he visto cumplirse muchos de mis sueños. Publiqué El encanto del cuervo con Ediciones
B, una de las editoriales más potentes en España y Latinoamérica. Algo
que para mí, una escritora novel y sin apenas experiencia, era impensable. Y
para darle forma a ese sueño, B
decidió apostar por Almas Oscuras y
publicó los dos primeros volúmenes de forma simultánea con El encanto del cuervo.
Nunca
imaginé que estas novelas tendrían la acogida que están teniendo. Las reseñas y
opiniones positivas se acumulan, no paro de recibir correos y mensajes de
lectores felicitándome por mis libros y animándome a seguir escribiendo. Es
tan grande lo que me está ocurriendo, que no consigo asimilarlo. Me es
imposible evitar la disociación entre la María escritora de ahí fuera, de la
que hablan, sobre la que leo, a la que muchos se dirigen con un cariño casi
desmedido; y la que está sentada frente a la pantalla en este momento y que
percibe a la anterior como a alguien diferente. Pero sí, parece que somos la
misma y que tengo que asumirlo.
Este
año también ha sido el del trabajo y la presión, el año en el que me he puesto
a prueba asumiendo retos, plazos... Mi agente me propuso cambiar de registro,
crecer un poco más. Acepté y nacieron dos nuevas novelas, estas de género
contemporáneo, una YA y la otra NA. Dos nuevos protagonistas, Nick y Caleb, que ya han enamorado a mis lectoras cero; y que espero que
conozcáis muy pronto. ¿Fantasía y romántica adulta? ¡Quién dijo miedo!, otros
dos proyectos en los que ya estoy sumergida con una ilusión tremenda. Aunque,
también con aprensión. No puedo evitarlo. Cuando escribo una novela, siempre llega
un punto en el que las dudas y las inseguridades me tientan a meterla en un
cajón y a olvidarme de ella. Mi vena crítica no deja títere con cabeza cuando
me encuentro en ese punto. Nada me parece lo suficientemente bueno, dejo de
confiar en la trama, en los personajes, en las escenas..., y el conjunto me
parece un despropósito que logra que me sonroje.
Esto
es lo que me ocurre con Almas Oscuras III en este momento. Quiero
el final perfecto y me está costando sumar esas páginas que conducen al
esperado «The End». Ha pasado
mucho tiempo desde que comencé Pacto de
Sangre, y otro tanto desde que acabé Profecía.
Reencontrarme con esta historia, después de
tantos meses, ha sido raro. Todo ha cambiado, incluida yo. He cambiado
como persona, como escritora; ha cambiado mi forma de narrar, mi estilo...,
hasta mi propia percepción de la historia y los personajes. Y lo vais a notar
en William, Kate, Adrien..., en todos; han crecido y evolucionado mucho. Hubo momentos en los
que creí que no podría acabar la trilogía, pero he logrado reencontrarme con todos ellos
y ese final está muy cerca.
Este
2013 también ha sido un año de cambios drásticos y trascendentales a los que he
tenido que reajustarme, tanto a nivel personal como laboral. De decisiones importantes.
¡Hasta cambié de agencia!, que no de agente. Cuando entré a formar parte de la
plantilla de autores de Antonia Kerrigan, lo hice gracias a que una persona muy
importante dentro de esa agencia, se fijó en el «intento» de propuesta
editorial que remití. Ella vio posibilidades en mí y me dio la oportunidad de
entrar en este mundo que tanto me gusta. Me ayudó y guio, y estoy donde estoy
gracias a ella y a su confianza en mi trabajo. Por eso, cuando hace un par de
meses tomó la decisión de emprender un nuevo camino y abrir su propia agencia, Lola Gulias &
Co Agencia Literaria, yo no tuve ni una sola duda a la hora de
seguirla. Para mí es una figura imprescindible que me ayuda y se involucra en
todo, desde esa primera idea que no es más que un pensamiento efímero,
aportando su experiencia e intuición, hasta el último detalle más allá de la publicación
y el trato con los editores.
Hay
tantas cosas por las que me siento agradecida, que la lista sería interminable,
pero una de las más importantes sois vosotros: amigos, lectores, seguidores,
bloggers... He tenido la suerte de conocer a muchísimas personas increíbles que
han acabado convirtiéndose en amigas. Sois la mejor parte de este mundo. Los
meses de trabajo, de soledad mientras escribo, los quebraderos de cabeza cuando
las ideas se atascan, todo merece la pena gracias a vosotros. Y espero, de
verdad, que sigáis ahí este próximo año.
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Estoy deseando que conozcáis a Caleb y Savannah. Protagonistas de mi primera novela NA. |
Tengo
tantos planes, tantas historias a las que dar forma, y que quiero compartir con
vosotros. Porque ahora, cuando escribo una historia, ya no lo hago pensando
solo en mí. No puedo evitar pensar en todos los que estáis ahí, esperando con
expectativas la próxima novela. Y eso es lo único que me motiva, no las listas,
ni si las tiradas pueden caer en picado, o si las ventas están cumpliendo con las
perspectivas de unas editoriales en un mercado que cambia constantemente, y en el que
las novedades apenas lo son durante una semana. Donde la visibilidad lo es todo
para el éxito de un autor, una visibilidad que hoy en día es un lujo y un
privilegio de muy pocos; pero no por ello imposible de conseguir. Al final, la
ecuación se reduce a escritor/lector. Escribir me hace feliz, que me leáis me
hace feliz, y son las únicas motivaciones que quiero y necesito. Las que de
verdad me hacen sacar lo mejor de mí.
Por
todo esto, tengo muchas esperanzas e ilusiones depositadas en el año que está a
punto de comenzar. El final de la trilogía, nuevas publicaciones, nuevos
proyectos... Y continuar divirtiéndome con lo que hago.
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Voy a echarles de menos. |
Espero que el próximo 2014 os dé todo aquello deseáis, y que cumpla todas vuestras expectativas.
¡¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!!
Un abrazo,
María